sábado, 12 de enero de 2019

LA PRINCESA DE LAS ROSAS FANTASÍA ORIENTAL II - Carlos Etxeba

                LA PRINCESA DE LAS ROSAS 
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                  FANTASÍA ORIENTAL II

Una princesa de China 
de una ciudad colonial 
de minaretes de plata 
y balcones de coral 
con unos pies diminutos 
como granitos de sal 
con ojos grandes de almendra 
y lazada de percal 
sobre el kimono de seda 
del color azul de mar, 
le preguntó a su maestro 
con una gran seriedad.
—¿Hay en la naturaleza 
algo que me enseñe a amar?
El maestro se fue al punto 
al jardín del pavo real 
y cogiendo entre sus manos 
una gran rosa imperial 
la presentó a la princesa 
de mirada de azahar.
—Esta es la profesora 
de cómo se aprende a amar. 
Ponla siempre en la ventana, 
mírala y te enseñará.
Las rosas la hablaron tanto 
que en las crónicas está 
que la princesa se hacía, 
aun a su temprana edad 
juiciosa, fiel, hacendosa, 
cuidadosa, servicial, 
dulce, alegre, placentera, 
apasionada y cordial.
—«La princesa de las rosas», 
comenzáronla a llamar 
y cuando algún cortesano 
comentaba con afán 
cómo es que había aprendido 
tanta paciencia y bondad, 
la princesa respondía 
con gran afabilidad
—«Las flores de mis jardines, 
me han enseñado a amar».

Carlos Etxeba